Hangzhou se encuentra al sur de Shanghai, en las orillas del Yangtse. Esta ciudad tiene una larga historia y se considera la ciudad más bella de China, con su maravilloso lago del Oeste y un entorno natural cuidado con esmero. Marco Polo la definió como la ciudad más bella del mundo, y sus gobernantes a lo largo de la historia se han preocupado de que mantuviera su fama.
Al igual que la ciudad, la cocina tradicional de Hangzhou presume de una historia larga, con recetas de más de 800 años que surgieron en épocas en las que la ciudad era punto de encuentro de viajeros y comerciantes. Con una increíble variedad de productos al alcance de los cocineros: verduras frescas y pescado fresco, su cocina se caracterizaba por una cocción lenta y muy ligera con especias delicadas que respetan el sabor de los productos frescos.  Recientemente, desde hace unos 10 años los chefs de Hangzhou investigan y experimentan para crear nuevos platos que partiendo del respeto a la tradición y aprovechando la gran cantidad de recursos naturales ofrezcan nuevos sabores y presentaciones y sitúen a Hangzhou en el mapa gastronómico de china.
Hoy en día han conseguido su objetivo y la cocina de Hangzhou se considera en China una de las más valiosas y creativas. Los restaurantes de la ciudad ofrecen a sus clientes una carta novedosa en un ambiente de serenidad, con vistas al lago o los famosos jardines de Hangzhou.
Próximamente tendremos ocasión de disfrutar en Madrid de un evento en el que varios chefs procedentes de Hangzhou, invitados por el restaurante El Bund, realizarán una presentación gastronómica de los platos tradicionales y de otros más modernos. Ampliaré la información en su momento con fotos de los platos.